El domingo volvió a tener su esencia para los que somos amantes de la Liga Sanlorencina. Un nuevo año del fútbol nuestro de cada día nos hacía respirar aires nuevos, terminando con las ansias de ver a nuestro primer equipo dentro de un rectángulo verde otra vez. Atrás quedó la intensa pretemporada realizada desde mediados de febfrero, el sacrificio, la entrega, el duro entrenamiento por pelear un lugar dentro del plantel. Un renovado cuerpo técnico, con sobradas expectativas y la conformación de un equipo a la altura de la circunstancia eran los condimentos necesarios para el plato principal.
El azaroso destino nos puso cara a cara en la primera fecha, un comienzo por demás de inesperado iba a tener la temporada 2009 para Catalina. El rival de toda la vida, en su casa, esa era la cita para dar el puntapié inicial.
Quizas ponerse a analizar lo futbolístico sea solamente revolver las heridas que han quedado de un domingo para el olvido; y es por ello que lejos hay que estar de dicha evaluación y situarse en el mañana tan próximo y lejano a la vez.
El resultado evidentemente lejos está de los planes, seguramente ni el más pesimista esperaba semejante revés. Pero lo importante está en aprender de los momentos duros, de no bajar los brazos, de permanecer con la frente en alto para mirar al que está al lado tuyo, convencido de que no se le debe nada a nadie.
Entender que el tropezar y caerse, es la mejor manera de aprender a levantarse; y que la verdadera valentía se encuentra en la hidalguía con la que se acepta la derrota y en la forma de transformar la adversidad en sed de revancha. Y sobre todo tener en claro que perder una batalla no significa perder la guerra (más allá de que bajo ningún concepto se pretende comparar bélicamente al fútbol). Esto es solo el comienzo de un largo recorrido, pero con la premisa clara de hacer todo lo posible e imposible también, por ser los mejores. Es un camino duro, de rosas y espinas, lleno de obstaculos y complicaciones. Pero la firme convicción siempre puede más que las dificultades.
Materia prima hay y de sobra, una mezcla de experiencia y juventud, de picardía y viveza bien entendida, de potrero con tintes de fútbol prolijo. Tiempo para corregir cosas también hay, más alla de que la vorágine en la que estamos inmersos no le escapa al deporte pasión de multitudes y a partir de mañana el reloj se vuelve una cuenta regresiva para el próximo partido.
Lo maravilloso de todo juego es que siempre te da revanchas y este no es la excepción a la regla. Y es ahora donde esa revancha personal de cada uno tiene que explotar en su máxima expresión, para demostrar que a veces las casualidades del fútbol se transforman en injusticias crudas y que los resultados a veces no condicen con lo hecho durante el partido. Se viene el debut en condición de local y la ilusión volverá a florecer como el más verde cesped de una cancha de fútbol, dentro de un club donde la redonda es artista exclusivo de cada fin de semana.
Eso si, hay que salir con la frente bien en alto, porque es la única forma en la que se puede mirar mejor.
FORMACION: Damián González; Joel Giraldi, Javier Rodriguez, Gonzalo Castellá, Damián Gori; Pablo Bonina, Federico Piatti, Agustín Are, Jonatan Celis; Matías Danelón y Jonatan Sandoval.
SUPLENTES: Marcelo García, Catriel Gadea, José Venencia, Luciano Zarate, Leandro Bonina.
ENTRENADOR: Claudio Cina
