lunes, 6 de octubre de 2008

LAS ÚLTIMAS CARTAS

Esta mano no fue de las mejores. Las cartas que tocaron no acompañaron la partida que se venía jugando. Eran las últimas cartas, no las definitivas, pero si las que le podían dar un vuelo y una tranquilidad a los dirigidos por Guevara como para sacar una diferencia que brindara la tranquilidad necesaria para encarar las últimas 2 fechas.
Todo comenzó el viernes, cuando después de tantas idas y venidas con la Liga, se pudo programar el partido frente a Barrio Vila antes de jugar con Alba. Era importante jugarlo para purgar de sus sanciones a dos jugadores que son vitales en el esquema de Catalina, por experiencia y por el fútbol que le aportan al equipo (Novosad y Ammsonaud) y porque se podía llegar por encima del conjunto de Maciel en la tabla de posiciones.
El partido no fue de los mejores que haya disputado Santa en la temporada, se regaló todo el primer tiempo y a la postre se iba a pagar caro. Un yerro importante del arquero Retamozo, le dio la ventaja a Vila y el partido se complicó más de la cuenta. En el segundo tiempo, el ingreso de un inspirado Fabio Montero hizo cambiar las cosas. La imperiosa necesidad de ir en busca de dar vuelta el resultado, hizo que Catalina sea actor principal de esa segunda parte. Con mas ganas que fútbol y demostrando una ventaja en el aspecto físico se pudo llegar al empate. Entrada en soledad por la derecha de Montero, y definición al gol. A partir de allí el ímpetu por ir en busca de más, dejó varias veces mano a mano a los delanteros visitantes con Retamozo, quien supo responder ante cada jugada de buena forma para salvar su valla. Los últimos minutos fueron de un ataque permanente, con el ingresado Alejandro como abanderado, sumado al peligro que transmitía Montero cada vez que pisaba el área. El travesaño, el arquero y la mala puntería evitaron que Santa se quedara con la victoria. Se sumó uno, pero se perdieron dos; y si bien uno de los objetivos estaba cumplido (el de los sancionados), el otro no.
La tarde dominguera de ayer ofrecía revancha casi inmediata para Catalina. El partido traía consigo mucha expectativa, porque eran el segundo y el tercero quienes se enfrentaban y separados tan solo por una unidad. Un triunfo para cualquiera de los dos, era comenzar con el despegue de cara al cierre de esta fase.
El que tenía la obligación de salir a buscar el partido, por localía y por la necesidad de quedar como escolta en la zona, era Santa Catalina. Y tomó tal responsabilidad, asumió el compromiso y salió decidido. El rival esperó y especuló con que el empate era negocio.
Algunos remates de media distancia, por parte de Ammsonaud, parecían ser la fórmula para conseguir la ventaja. Sin embargo el partido nunca se pudo jugar; tanto sea por el arbitraje, como por los mismo protagonistas que se dedicaron a hacer de un partido de fútbol una conversación permanente y tumultos varios.
Mucho se puede decir del árbitro, pero solo hay que limitarse a hablar de las expulsiones. Castellá en primera instancia, Pochettino y Álvarez, tras una rencilla interminable entre los propios jugadores y Giraldi sobre el final cuando el equipo estaba jugado en ataque y se defendía al límite; dejaron baches por todos lados.
La visita llegó a una ventaja parcial, tras una polémica jugada, en la cual el autor del gol parecía visiblemente adelantado. Todo parecía encaminarse al más triste de los finales. Pero si hay algo que demostró Santa es que tiene amor propio. Con varios jugadores menos que el rival fue y fue, incesantemente, como podía, con todas las limitaciones que proponía el cotejo. Y así llegó el empate, un tiro libre desde el sector izquierdo de Ammsonaud que picó y se metió, para desatar la locura y la emoción de todos por lo que empezaba a convertirse en hazaña.
El mismo Roberto, fue quien dejó a todos con un grito de gol atravesado en la garganta, como el más grande de los nudos, tras una jugada individual que terminó estrellándose en el travesaño. Mucho aportó el ingreso de Zarate, que hizo jugar al equipo y cuando había que revolcarse para recuperar, no se le cayeron los anillos y lo hizo; a eso se le puede agregar el aporte del incansable Alejandro y el esfuerzo de Luna por tener que ponerse el overol y trabajar como defensor, cuando su rol es hacer goles y no evitarlos. Fue final y fue empate, el cuarto de forma consecutiva.
Las posibilidades se empiezan a esfumar. Si bien seguimos estando cerca, ya no depende pura y exclusivamente de Catalina, la misión ahora consta de ganar y esperar. De volver a la victoria como único resultado posible y dejar en manos de otros la suerte y el destino de este equipo.
Es difícil, pero no imposible. El castillo de naipes se desmoronó en apenas un par de días, aún quedan las bases y hay que empezar a armarlo de nuevo. Tiempo hay, poco pero hay; solo hay que sentarse a esperar que otros nos ayuden a construirlo.

Vs. BARRIO VILA
FORMACIÓN: Diego Retamozo; Pablo Ramírez, Gonzalo Castellá, José Castellanos; Martín Pochettino, Adrián Bernaus, Raúl Álvarez, Horacio Montenegro, Rodrigo Frutos; Emiliano Bustamante y Lucas Luna
SUPLENTES: Emiliano Mirosevich, Martín Gallesio, Luciano Alejandro, Pablo Gaitan, Fabio Montero
GOL: Fabio Montero

Vs. ALBA
FORMACIÓN: Diego Retamozo; Pablo Ramírez, Gonzalo Castellá, José Castellanos; Luciano Alejandro, Martín Pochettino, Raúl Álvarez, Hugo Novosad, Rodrigo Frutos; Lucas Luna y Roberto Ammsonaud.
SUPLENTES: Emiliano Mirosevich, Joel Giraldi, Adrián Bernaus, Pablo Gaitan, Luciano Zarate.
GOL: Roberto Ammsonaud

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