El porrazo del clásico quedó en el olvido, y una ambigüedad insuperable se posó en Irigoyen y El Chocón en la tarde dominguera de la Liga Regional Sanlorencina de Fútbol.
La segunda fecha del torneo apertura decía presente, y Timbuense viajaba hasta Capitán Bermúdez para visitar a nuestro primer equipo. Tras una semana complicada, con la derrota post – clásico a cuestas había que mezclar las cartas y dar de nuevo, porque se debía comenzar a escribir una hoja en blanco, una historia con final feliz y este era el mejor escenario para hacerlo.
El equipo de Claudio Cina, mostraba varios cambios con respecto al 11 que había jugado la primera fecha: la obligada salida de Rodríguez en la defensa por lesión, provocó en ingreso de Gadea como titular, Celis se disfrazo de lateral izquierdo, y en el medio hizo su debut en este certamen Torrilla, quien compartió el doble 5 con Venencia, más la aparición por derecha de Luciano Zarate quien iba a ser una de las cartas ganadoras de Catalina.
Así rearmado el equipo, Santa tomó el protagonismo del encuentro desde el comienzo mismo, con un claro dominio del balón y con la premisa de hacer correr la pelota y al rival. Con el fútbol de un toque y con Torrilla como abanderado de este estilo Catalina poco a poco fue acorralando a un rival que pegó y habló más de la cuenta, con la consecuencia de empezar a perder jugadores.
Danelón aguantaba la pelota, Sandoval metía peligrosas diagonales, y Venencia apuntó y disparó el cañón que tiene en su pie en varias ocasiones. Estas fueron las claves de un equipo protagonista. Sin embargo el máximo peligro aparecía en las pinceladas de un Torrilla que tiene el mapa de la cancha en la cabeza y que pocas veces erra el camino a la hora de dar los pases, y sobre todo en las subidas por derecha de un Zarate muy activo, participativo y goleador también. Con un remate del mediocampista que pegó en el palo y con mucho suspenso levantó la cal de la línea de gol hasta entrar, se abrió la cuenta del partido merecidamente.
Luego de eso y en confusa jugada se va expulsado otro jugador de la visita y Danelón. Pero rápidamente Zarate metió un zapatazo que se abrazo con la red para poner el 2 a 0 y empezar a liquidar el pleito.
La parte complementaria se convirtió en un monólogo del local; en los primeros minutos vio la cartulina roja otro jugador de Timbues por una dura entrada contra Torrilla y decididamente se desvirtuó el dibujo táctico de la visita. Cada llegada se convertía en jugada de gol.
Así fue como Sandoval logró sacarse la mufa con un remate cruzado y anotar el tercero, luego de errar algunas claras. Zarate volvió a marcar para aumentar la goleada, que se consumo con dos anotaciones de Pablo Bonina, una de Fabián Ramos y uno de Leandro Bonina. Lo positivo de esta goleada es que hubo gol, en los titulares y en el banco. Los suplentes estuvieron a la altura de la circunstancia y también dejaron su nombre en la lista de goleadores.
De esta forma, lo que 7 días atrás era bronca, dolor y tristeza se convirtió en revancha, en una afonía que dura hasta hoy de tanto grito de gol, en optimismo de cara al futuro y en un mensaje entendido después del cachetazo con Cassini.
La próxima fecha tendrá a un rival de los más duros en esta temporada 2009, habrá que pegarse un viajecito hasta Maciel para enfrentar a Alba, quien se está preparando para festejar el centenario de su fundación con uno de los planteles más competitivos de esta Liga, y será una buena medida para saber donde está parado Santa. Ni antes éramos los peores, ni ahora somos los mejores; por ahora solo se vivió una ambigüedad de derrota y triunfo casi inesperados.
La segunda fecha del torneo apertura decía presente, y Timbuense viajaba hasta Capitán Bermúdez para visitar a nuestro primer equipo. Tras una semana complicada, con la derrota post – clásico a cuestas había que mezclar las cartas y dar de nuevo, porque se debía comenzar a escribir una hoja en blanco, una historia con final feliz y este era el mejor escenario para hacerlo.
El equipo de Claudio Cina, mostraba varios cambios con respecto al 11 que había jugado la primera fecha: la obligada salida de Rodríguez en la defensa por lesión, provocó en ingreso de Gadea como titular, Celis se disfrazo de lateral izquierdo, y en el medio hizo su debut en este certamen Torrilla, quien compartió el doble 5 con Venencia, más la aparición por derecha de Luciano Zarate quien iba a ser una de las cartas ganadoras de Catalina.
Así rearmado el equipo, Santa tomó el protagonismo del encuentro desde el comienzo mismo, con un claro dominio del balón y con la premisa de hacer correr la pelota y al rival. Con el fútbol de un toque y con Torrilla como abanderado de este estilo Catalina poco a poco fue acorralando a un rival que pegó y habló más de la cuenta, con la consecuencia de empezar a perder jugadores.
Danelón aguantaba la pelota, Sandoval metía peligrosas diagonales, y Venencia apuntó y disparó el cañón que tiene en su pie en varias ocasiones. Estas fueron las claves de un equipo protagonista. Sin embargo el máximo peligro aparecía en las pinceladas de un Torrilla que tiene el mapa de la cancha en la cabeza y que pocas veces erra el camino a la hora de dar los pases, y sobre todo en las subidas por derecha de un Zarate muy activo, participativo y goleador también. Con un remate del mediocampista que pegó en el palo y con mucho suspenso levantó la cal de la línea de gol hasta entrar, se abrió la cuenta del partido merecidamente.
Luego de eso y en confusa jugada se va expulsado otro jugador de la visita y Danelón. Pero rápidamente Zarate metió un zapatazo que se abrazo con la red para poner el 2 a 0 y empezar a liquidar el pleito.
La parte complementaria se convirtió en un monólogo del local; en los primeros minutos vio la cartulina roja otro jugador de Timbues por una dura entrada contra Torrilla y decididamente se desvirtuó el dibujo táctico de la visita. Cada llegada se convertía en jugada de gol.
Así fue como Sandoval logró sacarse la mufa con un remate cruzado y anotar el tercero, luego de errar algunas claras. Zarate volvió a marcar para aumentar la goleada, que se consumo con dos anotaciones de Pablo Bonina, una de Fabián Ramos y uno de Leandro Bonina. Lo positivo de esta goleada es que hubo gol, en los titulares y en el banco. Los suplentes estuvieron a la altura de la circunstancia y también dejaron su nombre en la lista de goleadores.
De esta forma, lo que 7 días atrás era bronca, dolor y tristeza se convirtió en revancha, en una afonía que dura hasta hoy de tanto grito de gol, en optimismo de cara al futuro y en un mensaje entendido después del cachetazo con Cassini.
La próxima fecha tendrá a un rival de los más duros en esta temporada 2009, habrá que pegarse un viajecito hasta Maciel para enfrentar a Alba, quien se está preparando para festejar el centenario de su fundación con uno de los planteles más competitivos de esta Liga, y será una buena medida para saber donde está parado Santa. Ni antes éramos los peores, ni ahora somos los mejores; por ahora solo se vivió una ambigüedad de derrota y triunfo casi inesperados.
TITULARES: Damián González; Joel Giraldi, Catriel Gadea, Gonzalo Castellá, Jonatan Celis; Luciano Zarate, Milton Torrilla, Jose Venencia, Pablo Bonina; Jonatan Sandoval y Matías Danelón.
SUPLENTES: Marcelo García, Catriel Gadea, Federico Piatti, Fabián Ramos y Leandro Bonina.
SUPLENTES: Marcelo García, Catriel Gadea, Federico Piatti, Fabián Ramos y Leandro Bonina.
GOLES: Zarate (3), Sandoval, Pablo Bonina (2), Leandro Bonina y Fabián Ramos
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